Somos los pillos, bandidos del destino
Hijos del póquer y el black jack.
Amantes de lo incierto, bohemios y roqueros
Aventureros sin parar.
Rodando por el mundo, buscando en lo profundo
Un buen tema que cantar.
Las noches memorables
Señoritas en los bares
Y un buen whisky que tomar.
Hay quienes nos gritan locos
Será su envidia o su inseguridad
Se burlan de nuestro modo
De vestir y de cantar.
Acordes para el alma, cerveza pa´las ganas
Un buen concierto no puede faltar
Romances sin medidas,
Guitarras excitadas,
Y redoblante en la voz
A veces insolentes, en el fondo buena gente
Sobre todo si hay ron.
Si la noche se hace larga
Y la luna se escapa
Bienvenido sea el sol
Hay quienes nos gritan locos
Será su envidia o su inseguridad
Se burlan de nuestro modo
De vestir y de cantar.
No es una falsa revolución
No es sólo por llamar la atención.
Somos las voces del futuro
Gritando por paz y amor.
Y vamos subiendo la cuesta que arriba
en la calle la historia nos espera
Hay quienes nos gritan locos
Será su envidia o su inseguridad
Se burlan de nuestro modo
De vestir y de cantar.
No es una falsa revolución
No es sólo por llamar la atención.
Somos las voces del futuro
Gritando por paz y amor.
Y vamos subiendo la cuesta que arriba
en la calle la historia nos espera
jueves, marzo 31, 2005
jueves, marzo 03, 2005
martes, marzo 01, 2005
Te dejo
Te dejo un beso ahí colgado
Por si lo quieres tomar algún día.
Te dejo mi número y mi dirección
Por si algún día me necesitas.
Te dejo las puestas del sol
Que me pase pensado en tu rostro corazón.
Te dejo un ritmo cargado
De sentimientos,
De mapas y señales
Que te conduzcan a mis brazos dulce amor.
Te dejo el fuego
Que quemaba por dentro a este loco transeúnte.
Que en su viaje halló puerto
En las palabras que tejía tu piadosa voz.
Te dejo la amistad que te he tendido
Y todo lo mejor que hay en mi persona.
Te dejo niña, esta canción,
Algunos versos,
Mi alma y escrita a lápiz
Un notita que dice que me llames.
Te dejo to lo otro, yo me llevo el amor,
Que es el arma que me ayuda en la batalla
Que es la fuerza y la luz en las mañanas.
Te dejo lo que quieras menos el amor,
Ese se va conmigo, no te lo quedas no
lo tirare del pelo si es necesario, porque yo
Me llevo lo único que no puedo dejarte
Lo que me hace diferente al resto de la gente
Lo que aunque te de cada día, nunca podrá acabarse
Nunca podrá acabarse no señor.
Te dejo un abrigo de abrazos
Para cuando tengas frió
Que nunca me atreví a dártelos en vivo
Pero mejor tarde que darlos por perdidos.
Te dejo las tardes en tu balcón,
Que me pase sentado disimulando un amor.
Te dejo, bella, el mar
De poemas que te escribí,
De locuras que por ti cometí.
Y aunque nunca te enteraste se quedan así.
Te dejo to lo otro, yo me llevo el amor,
Que es el arma que me ayuda en la batalla
Que es la fuerza y la luz en las mañanas.
Te dejo lo que quieras menos el amor,
Ese se va conmigo, no te lo quedas no
lo tirare del pelo si es necesario, porque yo
Me llevo lo único que no puedo dejarte
Lo que me hace diferente al resto de la gente
Lo que aunque te de cada día, nunca podrá acabarse
Nunca podrá acabarse no señor.
Por si lo quieres tomar algún día.
Te dejo mi número y mi dirección
Por si algún día me necesitas.
Te dejo las puestas del sol
Que me pase pensado en tu rostro corazón.
Te dejo un ritmo cargado
De sentimientos,
De mapas y señales
Que te conduzcan a mis brazos dulce amor.
Te dejo el fuego
Que quemaba por dentro a este loco transeúnte.
Que en su viaje halló puerto
En las palabras que tejía tu piadosa voz.
Te dejo la amistad que te he tendido
Y todo lo mejor que hay en mi persona.
Te dejo niña, esta canción,
Algunos versos,
Mi alma y escrita a lápiz
Un notita que dice que me llames.
Te dejo to lo otro, yo me llevo el amor,
Que es el arma que me ayuda en la batalla
Que es la fuerza y la luz en las mañanas.
Te dejo lo que quieras menos el amor,
Ese se va conmigo, no te lo quedas no
lo tirare del pelo si es necesario, porque yo
Me llevo lo único que no puedo dejarte
Lo que me hace diferente al resto de la gente
Lo que aunque te de cada día, nunca podrá acabarse
Nunca podrá acabarse no señor.
Te dejo un abrigo de abrazos
Para cuando tengas frió
Que nunca me atreví a dártelos en vivo
Pero mejor tarde que darlos por perdidos.
Te dejo las tardes en tu balcón,
Que me pase sentado disimulando un amor.
Te dejo, bella, el mar
De poemas que te escribí,
De locuras que por ti cometí.
Y aunque nunca te enteraste se quedan así.
Te dejo to lo otro, yo me llevo el amor,
Que es el arma que me ayuda en la batalla
Que es la fuerza y la luz en las mañanas.
Te dejo lo que quieras menos el amor,
Ese se va conmigo, no te lo quedas no
lo tirare del pelo si es necesario, porque yo
Me llevo lo único que no puedo dejarte
Lo que me hace diferente al resto de la gente
Lo que aunque te de cada día, nunca podrá acabarse
Nunca podrá acabarse no señor.
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