lunes, noviembre 20, 2006

besos de horas extras

Camine los cinco minutos que me separaban de mi hogar, aun con el recuerdo de esos escasos instantes en que estuve de nuevo a las puertas del cielo. Me disponia a dar por concluida la jornada, cuando el celular, que por alguna condenada razon estaba en vibrador, se sacudio en el bolsillo de mis pantalones, deteniendo mis intecniones de girar la llave que se quedo colgada del candado.

-¿Estas en tu casa?- Preguntó su voz, deseando oir un si de respuesta. Un si que no tardo en llegar, y que se reafirmó con la segundo pregunta...

-Si,aqui te espero- contesté a la segunda y ultima de sus preguntas.

Espere en la puerta, como quien sabe que esta a punto de alcanzar la gloria, como un niño que espera su nota sabiendo de antemano que sera muy buena, con una sonrisa complice burlandome de la vida, ya que ella misma no podia ser mejor de lo que estaba por ocurrir. No habia juicio final ni nada parecido que pudiera impedir lo que estaba por suceder.

Su silueta doblo la esquina con una prisa elgantemente disimulada, la reconocí al instante, asi como los animales perciben el peilgro a kilometros de distancia y huyen en busca de de refigio, con la diferencia de que no pretendia huir a ningun lado. Me quedé parado viendola moverse, au no podia ver bien su rostro pero sabia que me miraba, que tambien sonreia.

Se detuvo frente a mi, con un brillo hipnotiznate en su mirada, bella, como la noche que iluminaba su espalda. Encogió los hombros con los brazos cruzados bajo su abrigo, como diciendome a que horas me vas decir que pase. Y simplemente di un paso hacia atras en silencio, empujando con mi cuerpo la la puerta y dandole espacio para que entrara todo esto sin dejar de mirarnos, y tratando de contener las ganas de devorarnos ahi mismo. Cerre la puerta, y dos segundos despues, hice el hice la pregunta mas idiota que se haya ocurrido.

De donde demonios habia salido ese "¿Y ahora qué?", me pregunte cuando termino el prolongado beso que me contestó. Y a no habia nada que hablar, solo dejar que la noche nos llevara a donde nos fuera a llevar. Intente decir algo pero sus labios me lo impidieron, asi que caminamos torpemente por la sala, tropezando con cada uno de los muebles a nuestro paso.

..."Vistete de enfermera corazon que estoy malito"

Cantaba Sabina en el fondo musical de la noche, y ya nuestros cuerpos desnudos desfilaban sobre la sabanas de mi cama, a media luz por no decir que a oscuras, esculpiendonos a besos y besandonos como si no hubiera mañana, que nadie aseguraba que lo hubiera. Sus manos se afianzaron en mis espalda y en mi nuca, para no dejarme escapar, y mis brazos respondieron entrelazandose en su espalda. Cada cierto tiempo nuestras miradas se fueron cruzando una con la otra, aterrizandonos por pequeños momentos, y luego nuevamente nos ibamso al universo paraleo en el cual nuestras mentes, se mezclaban proporcionalmente a como lo hacian nuestros cuerpos. No habia nada en el mundo que puedira compararse a aquello, dos seres luchando tan ferozmente por dejar de ser dos y volverse uno solo.

..."Y nos dieron la diez y las once, las doce ya la una..."

Cantaba ahora el mismo hereje español de antes, mientras Monique reinaba en el trono que habia construido en mi pecho, hablandome de todo lo que le interesaba, y tan solo podia escucharla hechizado por sus encantos femeninos me habia rendido ante su presencia, creo que ella tambien se habia entregado, pues ya me contaba ciertos detalles que una mujer solo cuenta cuando ha sucumbido o almenos cuando quiere que un hombre asi lo crea.

..."y morirme contigo si te mato, y matarme contigo si te mueres..."

Y asi volvimos a la carga, una otra vez, durante toda la noche, o lo que quedo de ella, Sin un Sr.Zapatero, que nos interrumpiera, despgando del mundo para volver a caer vencidos, y contentos de estarlo, uno al lado del otro...

Mientras se alejaba en el taxi, pensaba en que tan tarde me hiria al dia siguiente, o si ne vez de trabajar horas extras, saldria mas temprano para aprovechar mas el tiempo, a su lado...


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-¿Saldras tarde esta noche?
- Todo depende
- De que tan temprano quieras irte a casa.

lunes, noviembre 13, 2006

...besos de horas extras

- Pero que sorpresa, un gerente laborando horas extras- bromié con una mueca de sonrisa mientras alzaba la mirada para toparme con su mirada de dective en crisis. A pesar del miedo que le podian tener los empleados, el Sr. Zapatero solia tener un gran humor, y sabi como recibir la buenas bromas.

- No se confunda Sr. Santiago, no es el amor al trabajo el que me tiene amarrado hasta estas horas- Dijo, como esperando que uno de los dos le preguntará cual era el motivo de no tan grata presencia.Invitación que, mi curiosidad por saber con que ocurrencia saldría el viejo lobo, no pudo rechazar.

-¿Cuál será, entonces, esa fuerza tan grande que nos permite presenciar un milagro como este, alguien con tan buen sueldo, a tan altas horas de la noche en el periodico?- pregunté finalemente, antisipando la sonrisa al chiste que indudablemente vendria a continuación.

Terminó de entrar por la puerta, se paro firme,y con sus manos urgo en su bolsillo trasero por su billetera, la cual finalmente sacó y al abrirla para dudo unos segundos en mostrar el contenido, miro una ultima vez, suspiro, y con aires de tristeza, bien ensayados nos enseño la foto de una señora de edad avanzada que abrazaba la figura de aquel indiscreto hombre de tantas guerras luchadas.

-50 años de matrimonio Sr. Santiago, 50 años.

Los tres reimos, Monique, con algo de hipocresia ya que lo que realmente deseaba (no tanto como yo) era que finalmente se fuera para continuar con la conversacion que habiamos iniciado unos minutos atrás.

Zapatero dio un ultimo vistazo por toda el área y al ver todo en orden, se despidió con un hasta mañana, y salio por la puerta como si nunca quisiera salir de alli. Mis dedos impacientes se turnaban para golpear el escritorio/cama que esperaba por un poco de calor corporal. Hasta que finalmente la puerta se cerró.

"La puerta se cerró detras de ti..." - entoné, o al menos traté, dirigiendome hacia Monique, quien aun miraba en dirección a la puerta. La envolvi en mis brazos nuevamente y los labios volvieron a encontrarse, cerro sus ojos como quien se prepara para arrojarse al vacio, o en el peor de los casos como quien no quiere ver lo que esta a punto de pasar.
Rapidamente e di cuenta que era mas bien la primera opcion, cuando sus manos se clavaron en mi espalda. A lo que respondi llevando mis manos a sus muslos, cargandola y sentandola en el escrotorio-cama que por fin recibio la acción esperada. Nunca supe que tiempo pasamos besandonos antes de que mi mano derecha empezara a desvertirla de la blusa que llevaba puesta.

-No se vayan muy tarde- sugirió un ya muy familiar voz desde el pasillo, que como el hielo enfrió todo rastro de ardor que se econtrase de este lado de la puerta.

Ambos maldijimos, en tres idiomas diferentes aun abrazados y tumabados sobre el escritorio, nos quedamos unos instantes mas, hasta que por fin decidimos en silencio que no iba a continuar, al menos no alli la trama que que sin guión se estaba filmando con ellos dos de actores principales, y al menos un inoportuno actor de reparto.

miércoles, noviembre 08, 2006

....Besos de horas extras




... Esta podria ser una buena continuacion-, pense o al menos en eso estaba cuando sus labios humedecieron los mios que aun esperaban la orden de insercion de esos labios, no pautados para hoy. Senti como el resto de su cuerpo se iba acomodando sobre el mio, violando casi todas las leyes de la fisica que negasen la posibilidad de que nuestros dos cuerpos cupiesen en esa silla, que al igual que el escritorio empezaba a jugar multiples funciones mobiliares. Estaba tan distraido con deslizando mis manos bajo su blusa que no senti los pasos del Sr. Zapatero, quien con sus veinte años de servicio de espionaje encima, habia aprendido muy bien a moverse sigilosamente entre los pasillos del periodico.

Por suerte para nuestra carrera, antes de abrir la puerta, la buena costumbre de los dominicanos de gritar con entusiasmo el nombre de algun compañero o camarada de tragos, nos alerto de la presencia del silencioso fantasma al que todos en esta empresa, le guardaban un respeto hipocrita por ocupar el puesto que ocupaba desde hacia ya unos siete años. Y mientras nuestros cuerpos intentaban separar los labios que aun continuaban liados en un mundo aparte, mis manos salieron de su blusa y finalemente, la distancia prudente que no levantaria sospechas.

Finalemente se abrio la puerta y la calva disimulada del gerente entro, escoltando a unos ojos de lobo astuto que observaron fijamente a una chica que buscaba distraida algo en su bolso mientras este servidor se disponia a recoger el desorden de pape que se encontraba en su escritorio...

domingo, noviembre 05, 2006

...Besos de horas extras

pero no siempre lo que pretendemos es lo que finalmente hacemos, y, por más que esto demuestre cierta inderteminación a la hora de actuar, en este caso agradecí que cambiará de opinión. No sabia que aun se encontraba entre estas paredes con olor a tinta y musica de imprenta, quizás por que también para ella habia sido un día arduo o simplemente porque desde hace tres días,esperaba una nueva ocasión para vernos en horas extras, exactamente la misma cantidad de días que no paramos de lanzarnos complices miradas, en los pasillos o en la hora de almuerzo.

Pusó su bolso sobre el escritorio que, además de ser escitorio solía desempeñar la función de otro tipo de mobiliario como comedor, recuesta cabezas,y cama (en todas sus posibilidades).

-¿Aún aquí?- pregunté, una de esas preguntas estupidas y sin razón de las qué solemos hacer la respuesta ante nuestros ojos, y con expresión de sorpresa, aunque no lo fuese, aunque no por esto dejaba de ser una "grata sorpresa".

No dijo nada, sólo sonrió, y eso basto para responderme, "sabias que me quedaría" decian sus ojos que empezaban a cambiar su mirada de tierna a seductora...