historia de un polisecuestro 2

Y hasta que hora es esta vaina?

Bueno papa acuéstate ahí y pregunta cuando salga el sol…

Jeje tato manito…

Entonces uno de la otra celda vocea: Sargento guardia! Sargento guardia!

Que paso?? Deje la bulla si no quiere que le entre a palo.

Tráigame un poco de agua y déjenme llamar a mi casa.

Si le llevo agua es para mojarlo a todos, y no hay llamada. Y se me van durmiendo todos si quieren salir temprano.

Al decir esto, la reacción fue todo lo contrario de lo que el quería, bulla desde ambas celdas, pues total que podía hacer… ¿meternos presos? Solo tenía dos preocupaciones en la cabeza, 1 que mi madre no sabía donde carazos estaba yo, y la segunda… dejémosla como el gran misterio.

Con todo esto no acababa de entender el porqué la prisa por que nos quedáramos dormidos. Y no fue hasta después de 30 minutos cuando uno a uno fueron cayendo dormidos casi todos que me di cuenta.

AY!! UMMM AYY!! ASI!! ASI!! ASI!! Gritaba en uno de los cuartos la joven que vi al llegar al “Comedor” (QUEEEE?) siiiiiiii efectivamente estaban jugando golf y llegaron al 18.

Le tan dando duro a esa… me dijo el socio de la celda de enfrente…

Que si que… por eso era que quería que nos durmiéramos.

Bueno ojala nos manden un chin pa aca…

Tumbe eso le dije… lo ma que te puede salir es una sobaita del que ta atrás de ti.

Y el silencio reino por unos 20 minutos, hasta que…

Abran espacio, que llegaron dos más.

Carne fresca!!! Ueeepa … a pero ese eh Eloy… ábranle, men como te sientes te llevaron a la clínica que te dijeron, te dieron punto???

El muchacho tenia la camiseta llena de sangre, y estaba en silencio… se acosto inmediatamente entro a la celda… y forzosamente vi el golpe que le habian dado en la cabeza.

Manito, no te duermas, le dije, es peligroso recuéstate pero trata de no dormite… ok

Me contesto afirmativamente con la cabeza.
Y nuevamente reino la tranquilidad.

Hasta que cuando yo pensaba que las cosas no podían cambiar mucho más, el destino nuevamente me sorprendió…

Abran que va uno…

Un sujeto, sin camisa, gordo y descalzo entro a la celda, con sus manos el los oídos, haciendo ruidos y pisando tan fuerte que pensé que se quería romper los huesos del pie.

Todos nos miramos pensando y este loco??

Inmediatamente se cerro la celda el “loco” como le pusimos dijo quien es el que manda aquí, a lo que el mas chiquito del grupo (que raro) dijo soy yo por que?

No ahora somos los dos y empezó a hacer los ruidos nuevamente acompañados de ofrecimientos de puños, lo cual como es lógico le gano un par de trompadas de los allí presentes

….