lunes, agosto 13, 2007

¿Qué sentido tiene la Vida?

Todos nos hemos hecho esta pregunta alguna vez: ¿Para qué estamos en el mundo? ¿Existe un motivo o simplemente nuestra vida no tiene razón de ser?. Cuestionarse sobre estos temas es propio de nuestra condición humana. Todos buscamos una explicación racional a las cosas que vivimos. Todos somos, en alguna medida, filósofos.

Los científicos, por un lado, pretenden responder a esta pregunta y afirman que la vida humana carece de finalidad, que la vida y la evolución son hijas de la casualidad en el Universo.

Algunas religiones, por su parte, responden que hemos nacido para salvarnos, para ganarnos el cielo y ser felices cerca de Dios, en aquel maravilloso lugar espiritual que llamamos Cielo o Paraíso. En este caso la dicha soñada estaría al final de la vida, luego de la muerte, y sólo para aquellos que viven con bondad y justicia. La existencia tendría un valor sólo como medio mas no como fin. Sería sólo como tránsito y nada más.

En realidad esta inquietud no tiene época. Veamos qué dicen las filosofías de las culturas más grandes que ha tenido la humanidad.

En la Antigua India, Cultura que floreció hace más de 5 mil años, encontramos también respuestas a las grandes interrogantes del hombre, atesoradas en obras como Los Vedas, los Upanishads, los Puranas, el Ramayana y el Mahabaratha. En ellas se enseña que el cosmos es regido por múltiples leyes y que todas se resumen en una sola: la gran ley del Dharma, que armoniza todo lo creado. Esta Ley es la que impulsa a todos los seres a desarrollarse en continuo crecimiento y evolución, en busca d ela perfección. Nada está creado al azar: todo lo existente tiene una misión en el concierto de la Vida Universal, todo está inteligentemente relacionado.

En el milenario Egipto, afirmaban que una vida que no haya alcanzado la suficiente cuota de nobleza y espiritualidad había sido un tiempo perdido. Uno de sus más conocidos mitos narra simbólicamente cómo el alma del difunto pasa por un juicio en donde se pesa su corazón, órgano que guarda las verdaderas intenciones del hombre. Si éste no era más ligero que una pluma, es decir si aún no era espiritualmente perfecto, volvía a nacer en el mundo a fin de continuar su tarea de aprendizaje.

En la China se afirmaba que el Tao es el sendero en donde todos los seres coexisten armónicamente. El Tao es el fluir eterno de todo lo que vive y existe. Todo hombre tiene su sendero dentro del Tao Eterno. Encontrar el propio Tao en armonía con el Tao Universal es el gran secreto de la vida.

El filósofo Sócrates, en la Antigua Grecia, afirmaba que sólo el profundo conocimiento de sí mismo permitía al hombre descubrir el sentido de su vida, pues en el alma humana residía la clave de aquel motivo para lo cual está en el mundo. De no ser así, la vida para el hombre se torna oscura y extraña, condenándose a soportar lo que el destino le depare... sin entender por qué.

Son muchas más las preguntas que nos planteamos, como por ejemplo, sobre la vida y la muerte, la vocación, la realización integral.

2 comentarios:

Anna F. dijo...

Me quede en el bamboo... estas demasiado profundo para mi... y no estoy por omplicarme mucho la vbida porque a fin de cuentas... para que tomarse la vida tan en serio si no vamos a salir vivo de ella?

Alexandra dijo...

Oye tu! estoy aqui para lo que necesites, aunque con un poco de distancia de por medio, pero tu sabes que cuentas conmigo! Un abrazo grande [y me debes una salida.]