domingo, noviembre 05, 2006

...Besos de horas extras

pero no siempre lo que pretendemos es lo que finalmente hacemos, y, por más que esto demuestre cierta inderteminación a la hora de actuar, en este caso agradecí que cambiará de opinión. No sabia que aun se encontraba entre estas paredes con olor a tinta y musica de imprenta, quizás por que también para ella habia sido un día arduo o simplemente porque desde hace tres días,esperaba una nueva ocasión para vernos en horas extras, exactamente la misma cantidad de días que no paramos de lanzarnos complices miradas, en los pasillos o en la hora de almuerzo.

Pusó su bolso sobre el escritorio que, además de ser escitorio solía desempeñar la función de otro tipo de mobiliario como comedor, recuesta cabezas,y cama (en todas sus posibilidades).

-¿Aún aquí?- pregunté, una de esas preguntas estupidas y sin razón de las qué solemos hacer la respuesta ante nuestros ojos, y con expresión de sorpresa, aunque no lo fuese, aunque no por esto dejaba de ser una "grata sorpresa".

No dijo nada, sólo sonrió, y eso basto para responderme, "sabias que me quedaría" decian sus ojos que empezaban a cambiar su mirada de tierna a seductora...

2 comentarios:

Atrum dijo...

una mirada siempre dira mas que mil palabras en el aire. :)

DrLacxos dijo...

eso me suena al comienzo de una muy buena historia, ya me gulee a "amor de imprenta"

buena suerte maestro kami!!!!