Con repeto y ditingancia
le queremo preguntai
si son suya una cuyaya
que tuvimo que matai.
Dondequiera poi ei suelo
había un reguero de plumita
de unas ala que cayeron,
con to y cueipo, mojaita.
Yo creo que eran perico,
poi la foima de hablai.
Cuando le arrancamo lo pico
na má decían: ¡Guay!
Pensábamo hacéi un sancocho,
ya teníamo la paila pueta;
pero eso pichone fofo
no tenían caine, colega.
Lo tuvimo que enterrai
en ei lugai que la matamo,
en ei Valle de la Mueite,
donde mimito le ganamo.
Pero no se sientan mai
cuando pasan esa cosa.
Uté debe recoidai
que ei que gana e ei que goza.
NO QUERIAN LICEY…COJAN LICEY
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