Solo por un momento,
creí ver tu silueta
postrado aquí en los brazos
de la impaciente angustia
una calma que inquieta,
suele pintar a grandes trazos
las heridas que tan solo tú curas.
Me ilusione si
No es la primera vez.
Tan solo te he visto una vez,
Y ya eres mi sueño más fiel.
Me acostumbre si
A mirarte sin verte ya se.
A hablarte de todo menos de aquel
Viejo sentimiento que oculta mi piel.
Búrlate si quieres,
¿Qué puedo hacer?
Si ni yo mismo
entiendo el por que,
estos ojos no logran apaciguar,
la imagen que ataca al despertar.
Tú que viniste de otra ciudad
a invadir el espacio de mi corazón
quitándome primeo la razón,
y dejando en mí un vil ilusión.
Tu mujer de un norte lejano,
Ave que deja lo mejor a su paso,
Anidaste en mí, con tu sutil trato
Haciéndome perder la compostura
Haciendo a mi alma sierva de la tuya.
Tu mujer que mandas y mandas
A los que ejercen bajo tu dulce manto
Úneme a tu más fino rebaño
Al que solo pertenece un hombre tonto,
Que pretende de la nada dártelo todo.
al que solo incluye a este pobre loco,
que se desangra de alegría imaginando tu rostro
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