¿De qué ríes?

Traté de despojar a la vida de esa risa sutil y burlona que tenía a mis espaldas, le grité, la insulté, la embriagué de errores y la vestí de payasadas. Pero la risa seguía allí. Tan fija como la mirada de un cuadro antiguo sobre mí. La seduje, con falsas promesas que me hacía a mi mismo creyendo que se las hacía a ella. Me oculté de sus juicios, pensando que quizás así, no podría encontrarme. Pero por más que corriera, al voltear la vista estaba ahí con su sonrisa de Monalisa después de “sex on the city”, después de “once minutos”, después de “las mujeres son de Marte y los hombres de Venus”, después de 2 guerras mundiales y una interna que nunca acaba, después de una inquisición, y de una re-postulación, después de una revolución y una contra revolución. Después de que los dioses se volvieron hombres y se pasearon embriagados por todas la barras, vociferándole al tiempo a ver si acababa.


Nunca me escondería, porque no era ella quien me juzgaba, si no yo mismo, ella sólo reía.

Un buen día, cansado de tomarme la vida en broma y bromeando conmigo dije- hoy te borro esa sonrisa- y decidí no huir más, y mis amigos los rolling stones amenizaron la ocasión, después de 5 litros de valor, y una pomada para la hinchazón provocada por los tropezones que me di huyendo de una sonrisa sutil y burlona, huyendo no se de que, de mi mismo tal vez.


¿De qué ríes?
De cómo te gusta perderte a ti mismo, tratando de perderme a mí, de todo lo que has aprendido y no has querido ver, de todo lo que te has perdido, por intentar ser quien no puedes ser, de todo lo que has corrompido por mero gusto por placer, de que a la vuelta de la esquina, tarde o temprano sigues huyendo las llagas de tu piel lo único que harán será crecer.

Así la vida siguió sonriéndome, y decidí entonces empezar a ser yo mismo, no importa que significaba esto, y ya no se ríe a mis espaldas ahora se ríe en mi cara, y yo me río en la suya. Hoy las llagas aun tienen el mismo tamaño, pero no duelen como antes. Hoy no me oculto de mi mismo ni de nadie. Y a los dioses los saque de los bares.